Se cumplen dos años sin el mejor Falcao

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El 22 de enero de 2014 se rompió el ligamento cruzado anterior. Desde entonces no volvió a su nivel.

El ‘Tigre’ parece dormido. Sumido en un letargo ya prolongado. Sus rugidos de gol están silenciosos. Tímidos. Escasos. Su furia, ese ataque despiadado, esa potencia incontenible y los remates imposibles que tanta gloria le dieron parecen refundidos en ese sueño profundo. Se extrañan. Han pasado dos años desde aquella lesión de rodilla. Dos años sin ver el mejor Falcao García. Dos años esperando su despertar. Su regreso. Su rugido vivaz.

Quizá el 22 de enero es una fecha de pesadilla para Falcao. Fue ese día, hace dos años, cuando su exitosa carrera entró en trance. Era un partido intrascendente de la Copa de Francia, ante un anónimo equipo de la cuarta división, llamado Chasselay. Falcao, vistiendo la camiseta rojiblanca del Mónaco, entró al área, como siempre, amenazante, con el balón durmiendo en su botín. Encaró. Miró de reojo el arco. Amagó con patear una, dos veces. Se perfiló. Esperaba el instante fugaz para volver a anotar. Ya había hecho un gol en ese partido. Se presentía su habitual festejo, emocionante y rabioso, pero el final fue distinto.

Falcao ha tenido una temporada plagada de lesiones y de pocos minutos.

Su apellido, por entonces, sonaba a diario en la prensa europea. Se decía incluso que el Real Madrid lo acechaba. Acababa de ser héroe de la Selección Colombia en la eliminatoria al Mundial. Tenía la Copa del Mundo de Brasil a seis meses de distancia. Se le llegó a calificar del ‘mejor 9 del mundo’. Era un delantero admirado, temible, demoledor. Una fiera. Pero, como si se tratara de una trampa del destino, Falcao cayó, quedó atrapado.

Fue en el minuto 41 de la primera parte cuando el tiempo pareció congelarse para Radamel. Soner Ertek, un desconocido defensor, estiró su pierna izquierda para evitar el remate. Con su osadía, tal vez con alguna pretensión heroica, Ertek se llevó la rodilla izquierda de Falcao y cambió la historia feliz del ‘Tigre’. El diagnóstico: rotura de ligamento cruzado anterior. Seis meses después Falcao regresó, pero no ha vuelto a ser el mismo.

¡Falcao, te queremos!’

James Rodríguez, su amigo, su compañero de club, en ese entonces en el Mónaco, tomó el liderazgo y el micrófono. En una tarima instalada en el parque Simón Bolívar, ante un río humano, mientras el país celebraba exultante el regreso de la Selección Colombia luego de ser quinta del Mundial de Brasil, James pensó en el ausente. “Quería recordar a alguien que no está acá e hizo parte de todo esto –dijo James, mientras tomaba la camiseta amarilla con el 9 en la espalda–. Ese es ‘Falcao’, el Tigre. Falcao, te queremos mucho”.

Fueron seis meses dolorosos para Falcao, para la Selección, para el fútbol. Su ausencia en el Mundial tocó las fibras del país que no dejó de apoyarlo. Por eso, cuando James invocó al ‘Tigre’, el rugido fue del pueblo, de los fervorosos que lo recordaron con nostalgia.

Hasta último momento Falcao –y el país– soñó con llegar al Mundial. El 25 de enero, tres días después del fatídico partido, entró a un quirófano en Portugal y fue operado por el médico Noronha, quien se atrevió a pronosticar que había la esperanza de que el jugador alcanzara a llegar a la Copa. Falcao así lo creía.

“Cuento con una esperanza del tamaño de un grano de mostaza a la cual me aferro”, dijo en un emotivo mensaje, apegado, como siempre, a su fe.

Pese a los optimistas esfuerzos, y a su dedicación, su recuperación duró lo que tenía que durar. Nada menos. En junio de ese año, en una triste rueda de prensa, José Pékerman anunció que Falcao no estaría en el Mundial. Le tocó vivir a la distancia la heroica actuación de la Selección, mientras se preparaba con coraje para volver.

En julio regresó. Comenzó a hacer goles. Pasó al Manchester United. Se trataba de la posibilidad de un renacer, un despertar. La oportunidad de dejar atrás la delicada lesión, de retomar su nivel, su continuidad, su voracidad goleadora, de regresar en forma a la Selección. No todo salió de acuerdo a lo que, seguramente, esperaba.

Su estadía en Manchester no fue tan grata. Pasó de ser ídolo en River Plate, en Porto y en Atlético de Madrid a ser un suplente en el United, el que sigue dirigiendo Louis van Gaal, que poco confió en él. Jugó 29 partidos en la temporada. Su frecuencia goleadora disminuyó. Hizo cuatro goles. Tampoco brilló con Colombia en la Copa América de Chile, que era su gran opción de revancha. Sin embargo, con el prestigio vigente, y luego de ser involucrado por la prensa con diferentes equipos, apareció Chelsea en el horizonte.

Era quizá un salvavidas, en otro club grande de Inglaterra. Pero necesitaba jugar, tener continuidad y la confianza del técnico, del polémico José Mourinho. Ahí comenzó otro capítulo de esta pesadilla.

Falcao García, delantero colombiano del Chelsea. (Archivo EL TIEMPO)

La misteriosa lesión

Vestido con la camiseta azul; con menos cabello –cambió su look–, pero con mucha confianza, Falcao debutó en Chelsea en agosto del año pasado. Desde el comienzo, el panorama fue adverso. El titular era Diego Costa, así que tuvo que resignarse con esporádicas apariciones, con muchas suplencias y, lo peor, con nuevas lesiones.

Para colmo, esta vez no hay precisión de la lesión. En noviembre, Mourinho dijo que era un problema muscular. El nuevo DT, Guus Hiddink, aumentó la zozobra: “La lesión es grave”, dijo hace unos días.

Falcao no pierde su confianza. Su fe. “Trabajando en mi recuperación. Creo que todo volverá a la normalidad pronto”, dijo recientemente en redes sociales. Pero lleva más de dos meses sin jugar, desde el 31 de octubre. Los rumores de prensa dicen que se va, que el Mónaco descartó su regreso por la lesión, pero que quizá el tema se reactiva… El presente de Falcao sigue siendo incierto.

Dos años después de esa delicada lesión, el fútbol sigue esperando que Falcao despierte definitivamente de su pesadilla, que renazca, que vuelve a rugir.

Otra vez suena el Mónaco

Aunque hace unos días el Mónaco de Francia, club al que pertenece Falcao García, negó que el futbolista fuera a regresar por ahora, por la lesión que padece, este jueves el diario ‘Telegraph’, de Inglaterra, publicó que el club tendría de nuevo el interés en que el colombiano regrese inmediatamente, dando por terminado el préstamo con el Chelsea.

La publicación informa que la operación se agilizaría si se da la contratación del brasileño Alexánder Pato por el conjunto inglés. Mónaco informó la semana pasada, a través de su vicepresidente, Vadim Vasilyev, que su regreso se bloqueó por la lesión.

“Es cierto que hemos hablado varias veces con Falcao. La primera idea era que volviera al Mónaco (donde jugó la temporada 2013/14) para que jugara la segunda mitad de esta temporada. Vino, hizo balance con los médicos y, desgraciadamente, está lesionado”, declaró el vicepresidente del Mónaco, quien sin embargo no cerró las puertas para que el delantero regresara.

“¿Si podría volver un día? No cierro la puerta, la puerta está abierta”, aseguró.

Falcao no ha tenido ningún minuto con Chelsea desde el pasado 31 de octubre contra Liverpool, debido a una lesión.